domingo, 25 de abril de 2010

ADICCIONES



En el desarrollo de la exposición de trabajos en clase, se ha presentado el tema de las Adicciones. Entendida esta no solo como adicción a las drogas (mayoritariamente), sino a otras muchas actividades que desarrollamos en nuestra sociedad, y que por numerosas causas, su uso se convierte en abuso, teniendo consecuencias nefastas en la vida de una persona.
Las adicciones son un síndrome constituido por un conjunto de signos y síntomas característicos. El origen de la misma es multifactorial, entre los que podemos mencionar factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Algunos de los síntomas que se muestran son:
· Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona.
· Pérdida de control caracterizada por la práctica compulsiva de la conducta adictiva.
· Negación o autoengaño que se presenta como una dificultad para percibir la relación entre la conducta adictiva y el deterioro personal.
· Uso a pesar del daño, lo cual se manifiesta como la práctica continuada de la conducta adictiva. Este daño es tanto para la persona como para los familiares.

Pueden desarrollarse adicciones tanto a sustancias psicotrópicas, como a actividades y hasta relaciones. Algunos casos de adicciones que podemos encontrar son:
· Sustancias psicotrópicas, como el alcohol, la nicótica y diferentes tipos de drogas
· Juegos de azar (ludopatía)
· Comidas o componentes comestibles
· Sexo
· Trabajo
· Relaciones interpersonales, por ejemplo una pareja.
De todas ellas la más común es la adicción a sustancias psicotrópicas, aunque va en aumento preocupante la ludopatía. Todas las drogas presentan una doble cara. Primero se nos presenta con una imagen favorable, que desaparece con el tiempo. Esta primera imagen es la que lleva a su consumo o actuación. Mostrar la realidad de las drogas desde el primer momento, salvaría a muchas personas de caer en su consumo de forma adictiva.
La adicción no es una situación a la que se llega rápidamente, sino con el tiempo a través de una serie de etapas, en las cuales la persona adicta, se va enganchando sin percibir realmente que le está pasando. El Dr. Arnold M. Washton en su libro “Querer No es Poder”, establece cinco etapas en el proceso de la adicción:
1. Enamoramiento
Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar una marca grabada. Si este primer contacto ha sido agradable, se produce un enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la sustancia o realizar la actividad. Esta percepción distorsionada de la realidad, emociona, produce euforia o tranquiliza lo que hace aumentar la probabilidad de que haya una nueva toma u ocasión para consumir. El cambio de estado de ánimo, experimentado a nivel visceral en muchos casos es igual al encandilamiento de un enamoramiento humano. En el caso del juego una fuerte ganancia inicial incrementa las probabilidades de adquirir adicción al juego.
2. Luna de miel
Una vez que el individuo ha aprendido, a través de su familia, de la sociedad o por experiencia propia, que ciertas actividades o el consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por arte de magia lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo, el paso a la adicción es muy sencillo. Al haber aprendido que es posible obtener cierto alivio (refuerzo negativo) o placer (refuerzo positivo) a través de las sustancia o actividad adictiva, la persona puede sentirse impulsado a borrar los malos sentimiento o dolorosos con algo positivo, buscando “soluciones mágicas”. Durante esta fase, el futuro adicto experimenta todas las gratificaciones sin ninguna de las consecuencias negativas, siente que ejerce control, que la actividad es inofensiva y que él la merece. Pero de lo que no se da cuenta es que ninguna relación basada en el engaño y la fantasía puede funcionar bien a largo plazo.
3. Traición
Con el paso del tiempo, el adicto es traicionado. Así, además del deterioro sufrido en las principales esferas de su vida, es muy probable que el adicto esté haciendo cosas que normalmente no haría, para mantener su adicción (robar, participar en actividades ilícitas). Los paraísos artificiales que se le prometían en la fase anterior se tornan en oscuros callejones repletos de trampas. La traición es real y el declive comienza.
4. En la ruina
Ahora el adicto debe consumir cada vez más para evitar que los crecientes sentimientos y estados de ánimo negativos profundicen en su conciencia y para tratar de mantener los efectos positivos que cada vez son menores. Está desarrollando tolerancia y tiene que consumir no para obtener placer o alivio sino para evitar el malestar asociado al síndrome de abstinencia. La dependencia física creada químicamente por la acción de la sustancia sobre el sistema nervioso tiene apresado al individuo. Psicológicamente, la estrategia de afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose, con los cual, los problemas lejos de resolverse se acrecientan aun más.
5. Aprisionados
Con el tiempo, el adicto llega a un estado de desesperación en su relación con la sustancia o actividad adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada, preso de su adicción. Esta etapa de la relación adictiva es un descenso a la desesperación y la destrucción personal. El servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral tiende a autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga. El retorno, no obstante existe, aunque se a un proceso también duro y difícil.

Me ha parecido muy significativa e ilustrativa esta forma de plantear cómo se llega a la adicción. La falta de Autoestima, Autoconcepto o de una Educación deficiente pueden llevar a una persona, buscar de forma errónea en estos consumos, el escape hacia una vida idealizada que le gustaría tener pero que no alcanza. La Aceptación es otro concepto que deberíamos tener en cuenta. En la Educación de todo ser humano debería ser una materia esencial, el aprender a aceptar que todo no siempre es perfecto y que los obstáculos y las frustraciones en la vida son un nuevo aprendizaje, que hay que vencer o simplemente rodear y de los que debemos extraer una nueva enseñanza.
Igualmente pienso que es erróneo pensar que controlamos cada uno de nuestros actos, que siempre sabemos lo que hacemos y estamos en posesión de la verdad absoluta. La excesiva confianza y el no establecer con claridad cuales son nuestros límites, marcan el camino de la pérdida de nuestra conciencia real de quiénes somos y hacia donde queremos ir en nuestra vida.
Carmen

2 comentarios:

  1. Hola Carmen, me decidido a bichear tu blogs y me visto 3 entradas de adicciones y aquí mas tenido to entretenida leyendo jejeje. Compartimos puntos de vista diferente en la temática aunque como siempre sabes que te respeto. Hablas de limites, pero... crees q estan claros los limites?? donde ponemos el limite?? te refieres a uno general o uno personal? A veces no es tan claro y facil diferenciar ni siquiera lo q esta bien de lo q esta mal. No se si lo que planteas es un consumo cero de toda droga, y si no es así... cual consumo planteas? q consumo estaría bien y cual mal? donde esta el limite? como se decide eso? Me gustaría que me respondieras a esto y me dieras tu opinión, ya que me has despertao mucha curiosidad e intriga. Un besote carmen y sigue así (no hace falta que hagas una entrada de adiciones 4 jajaja, con q me contestes x aqui me conformo y sino en la cafeteria eh?)

    Sara

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  2. hola Sarita guapa, muchas gracias por tu comentario. Complicado es el tema y lógico que haya muchos puntos de vista, ahí está lo bueno de la vida. Bueno, mi opinión la he comentado mucho en clase, tal vez influenciada por motivos personales . Creo que en todo hay un ideal y una realidad. Para mí el ideal en este tema sería el consumo cero. Otra cosa es la realidad que tenemos en la calle, y el respeto a quién quiere tener algún tipo de adicción. El limite? Pienso que estaría en no hacerle daño a la gente que te rodea y más importante a nuestro propio organismo. No sé si te ha quedao un poquito más claro lo que personalmente pienso, que no la verdad absoluta.un besito

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