viernes, 30 de abril de 2010

ADICCIONES III

Completando el tema de la adicción, quiero hacer referencia a un artículo aparecido en el Diario de Sevilla el día 23 de marzo de este año. En él, se habla de las últimas estadísticas sobre la adicción en Andalucía. Los datos están basados en los registros de las asistencias llevadas a cabo en los Centros de salud, y facilitados por la Consejería para la Igualdad y Bienestar social.. Dichos datos reflejan que en los últimos 5 años se ha registrado un incremento del 21,7% y un 13, 4% en los dos últimos años, en los tratamientos contra las drogodependencias y el juego patológico. En el año 2009 recibieron a 4.541 personas, a las cuales se les proporciono un tratamiento por alguna adicción, 810 casos más que en 2005. El abuso de las sustancias ilegales (cocaína, heroína, cannabis, rebujao etc.) motivó el año pasado 2.931 casos, mientras que las ludopatías y las drogas legales provocaron el año pasado 1.610 admisiones a tratamiento. (1.308 terapias por abuso del alcohol, 138 por la adicción al tabaco y 164 casos de juego patológico). Desde 2005 los tratamientos por problemas por abuso de drogas o adicciones crecen año tras año:
· 2005 3.731 casos nuevos
· 2006 3.765 casos nuevos
· 2007 4.002 casos nuevos
· 2008 4.380 casos nuevos
· 2009 4.541 casos nuevos
Según este articulo el cannabis es la droga que, de media comienza a consumirse antes, situándose el inicio del consumo de cannabis en los 15,8 años. La adicción al tabaco suele iniciarse a los 16,6 años, el consumo de MDMA, a los 18,3 años. El caso del alcohol se distingue la edad del primer consumo 17,1 años y la del primer abuso 28,9 años, basándose en el informe del Observatorio Andaluz sobre Drogas y Adicciones, sobre los registros de 2008. En este estudio igualmente se apunta que el consumo de la cocaína, heroína y/o rebujao se inicia a los 21 años. En cuanto al juego de azar, la edad media del inicio se sitúa en los 27,7 años. En las comparativas de género, la edad media de inicio del consumo de las sustancias legales e ilegales es en general, mayor entre las mujeres que entre los hombres a excepción del éxtasis. También se recoge en este informe que la situación laboral más habitual entre las personas admitidas a tratamiento por drogodependencias (excepto alcohol y tabaco), es el desempleo. El 23% de las personas admitidas a tratamiento por cannabis y los 18% admitidos por éxtasis están estudiando. En lo referido a los tratamientos se observa que entre las personas admitidas por consumir heroína y rebujao, la mayoría (el 74%) ya había iniciado con anterioridad otros tratamientos por la misma droga.
Los conflictos familiares (82,7%) y los problemas económicos (74,8), son los tipos de problemas ocasionados por el juego patológico. Las mujeres admitidas a tratamiento señalan en mayor medida los problemas económicos, derivados por la menor disponibilidad de dinero.
Las personas con problemas con la heroína y la cocaína, así como el rebujao comienzan un tratamiento por iniciativa propia en la mayoría de los casos. En cambio el inicio de una terapia contra el cannabis, el alcohol y el juego patológico, en la mayoría de los casos, es por iniciativa de su familia. Generalmente las personas demandan un tratamiento por primera vez cuando llevan de media 12 años de consumo abusivo y 24,8 años después del primer consumo.
Los tratamientos motivados por el consumo abusivo del alcohol han aumentado un 36% en el último lustro (5 años) en Sevilla y provincia. Los centros asistenciales admitieron durante el año 2009 unto total de 1.308 personas con problemas con la bebida en Sevilla y 6.345 personas en Andalucía.
Creo que son bastantes ilustrativos estos datos. Me parece que la situación debe mejorar bastante, y que en ello podemos tener una intervención crucial los Educadores Sociales. Es importantísimo trabajar desde la Prevención, sobre todo con los más jóvenes. Si se dice que cuanto más tarde se tiene contacto con una sustancia, más difícil es que se cree una adicción, debemos conseguir que el comienzo del consumo de cualquier droga ya sea legal o ilegal no se produzca en edades tan tempranas.
Carmen

domingo, 25 de abril de 2010

ADICCIONES II

Todas las adicciones pueden traer consecuencias que condicionan nuestra vida. En las páginas de internet podemos encontrar un sinfín de información acerca de los problemas tanto orgánico, psicológico, social y laboral que pueden derivar del consumo o de la actividad adictiva.
Como ya sabemos existen numerosas vertientes en el mundo de las adicciones. Centrándome en una de ellas, las drogas, podemos llegar a establecer una clasificación según su acción en el organismo humano:

Depresoras del Sistema Nervioso:
Disminuyen la actividad del sistema nervioso central.
Opiáceos: opio, morfina, heroína, metadona.
Bebidas alcohólicas: vino, cerveza, ginebra, etc.
Hipnóticos y sedantes: somníferos y tranquilizantes.

Estimulantes del Sistema Nervioso:
Aumentan la actividad del sistema nervioso central.
Mayores: anfetaminas, cocaína.
Menores: café, té, cacao, tabaco (nicotina).

Las que alteran la Percepción:
Modifican el nivel de conciencia y diferentes sensaciones (visuales, auditivas, etc.).
Alucinógenos: LSD, mescalina.
Cannabis: marihuana, hachís.
Drogas de diseño: éxtasis, eva, etc.
Inahalantes: disolventes, pegamentos etc

Las secuelas orgánicas y psíquicas de las distintas sustancias, como ya hemos dicho antes, son numerosas. Expongo a continuación algunas de ellas:
El Alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central, que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol, produciendo inicialmente euforia y desinhibición, por lo que puede confundirse con un estimulante.
Efectos y riesgos: puede llegar a provocar entre otros muchos, Anemia, Arritmia, Deterioro de los nervios que controlan los movimientos de brazos y piernas, confusión, Ulceras estomacales Cirrosis, Cáncer de hígado y Alcoholismo o Dependencia alcohólica. Conductas autodestructivas, Psicosis y Accidentes cerebro vasculares.

El Tabaco es una droga estimulante del Sistema Nervioso Central. Uno de sus componentes, la nicótica, posee una enorme capacidad adictiva y es la causa por la que su consumo produzca dependencia. Durante la combustión del tabaco se originan más de 4.000 productos tóxicos diferentes como alquitranes, monóxido de carbono, fenoles, amoníacos, arsénico, cadmio, níquel etc.
Efectos y riesgos: entre otros produce Catarros de repetición, Pérdida del apetito, Bronquitis, Enfisema pulmonar, Cáncer de pulmón~laringe~bucofaringeo~renal, Hipertensión arterial, enfermedades coronarias, gastritis, impotencia sexual, Infarto. Irritabilidad y ansiedad provocada por el síndrome de abstinencia.

El Cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis sativa, con cuya resina, hojas, tallos y flores se elaboran las drogas ilegales más consumidas en España: el hachís y la marihuana. Sus efectos sobre el cerebro son debidos principalmente a nos de sus principios activos el Tetrahidrocannabiol o TCH.
Efectos y riesgos: puede ocasionar, taquicardias, sudoración, somnolencia y descoordinación de movimientos, problemas respiratorios y cardiovasculares (agravados con el consumo de alcohol). Ralentiza el funcionamiento psicológico, entorpecimiento funciones relacionadas con el aprendizaje, falta de lucidez mental, reacciones agudas de pánico y ansiedad y trastornos psiquiátricos.

La Cocaína es un potente estimulante del Sistema Nerviosos Central y una de las drogas más adictivas y peligrosas. Se trata de una droga que se obtiene a partir del procesamiento químico de las hojas del arbusto de coca. A finales del s. XIX se consiguió aislar el principio activo contenido en estas hojas y surgieron diversas formas de consumo de la cocaína (esnifada, fumada, inyectada) que producen efectos más rápidos e intensos que la hoja mascada y por tanto aumentan el riesgo de desarrollar adición y dependencia.
Efectos y riesgos: aumento de la Presión arterial, perforación del tabique nasal, riesgos de infartos o hemorragias cerebrales, cardiopatía isquémica, aceleración mental, hiperactividad, dependencia psíquica, depresión, irritabilidad, trastornos psíquicos (paranoide) .

La Heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez del opio que se obtiene de la planta Papaver somniferum. Fue sintetizada en 1874, tratando de buscar un fármaco con la potencia analgésica de la morfina, pero sin su capacidad adictiva, aunque se comprobó que sus riesgos y efectos negativos eran superiores a los de la morfina y la mayoría de países occidentales suspendió su uso médico.
Efectos y riesgos: analgesia, nauseas, vómitos, caries, anemia, artritis, enfermedades infecciosas, infección del endocardio, problemas reumáticos, venas colapsadas. Alteraciones de la personalidad, agresividad, trastorno de ansiedad, depresión y dependencia.

Drogas de Síntesis (Éxtasis) es la sustancia más conocida dentro de este grupo. Tiene un efecto vigorizante y de aumento de la percepción a través de los sentidos.las pastillas se absorben en el aparato digestivo, desde donde pasan al torrente sanguíneo. El éxtasis afecta al metabolismo del organismo dificultando su propio proceso de eliminación, por lo que al ingerir nuevas dosis de MDMA para mantener los efectos buscados, pueden producirse concentraciones muy elevadas en sangre y agravar sus efectos tóxicos.
Efectos y riesgos: taquicardia, arritmia, hipertensión, temblores, deshidratación, convulsiones, hemorragias, insuficiencia renal, infartos cerebrales y posible neurotoxicidad. Crisis de ansiedad, trastornos depresivos, alteraciones psicóticas.

En cuanto a las secuelas sociales y laborales, son indudablemente transcendentes. Las relaciones familiares y sociales se ven muy afectadas. La familia sufre viendo el deterioro que sufre el familiar que consume algún tipo de sustancia como las que hemos visto anteriormente. Ya no solo por las enfermedades que contraen, sino por la actitud ante la vida que toman, la agresividad, violencia, la pérdida de control entre otros. Además de los problemas económicos que conlleva el consumo de drogas, llegando a arruinar a más de una familia. En cuanto a las relaciones laborales, este consumo provoca un gran absentismo laboral, así como accidentes derivados de la manipulación de maquinarias en el ámbito de trabajo.

Adicción al juego
La adicción al juego, ludopatía o juego patológico, es un orden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego de azar y a las compras. La inversión de tiempo energía y dinero en estas actividades aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo más dependiente del juego para enfrentar la vida diaria. El descontrol progresión y los gastos desmesurados de dinero llevan a problemas económicos y familiares severos y amucho estrés psicológico a la persona adicta. Esto causa depresión y ansiedad que puede llegar a poner en peligro la vida del adicto. La adicción al juego es la más relacionada con intentos de suicidio. Una variante de esta adicción son las compras realizadas de forma compulsiva. Con el boom de las tarjetas de crédito esta adicción ha obtenido un nuevo ímpetu.

Me ha resultado contradictorio el hecho de que la información en nuestra sociedad es numerosa, como demuestra el hecho de encontrar un sinfín de páginas en internet referidas al tema de las adicciones, en cambio, la información a nivel personal, según pienso, es todavía muy insuficiente. No creo que haya conciencia de lo perjudicial que resulta consumir cualquier tipo de sustancia o participar en ciertas actividades sin control, como las que hemos visto en este tema. Y quiero diferenciar el conocimiento de la conciencia. Casi todo el mundo sabe que fumar puede ser nefasto para su salud y la de los que se encuentran a su alrededor, en cambio, yo me pregunto cuántas personas son realmente conscientes de ello. Debido a su inmadurez, los jóvenes son el grupo de riesgo más marcado por el consumo de drogas. Es preocupante, ver que toman cualquier tipo de sustancias, sin pararse a pensar que secuelas les puede traer. Para la mayoría de ellos (los consumidores) es un absurdo juego o reto que se les plantean, y se sienten muy seguros en el hecho de que van a poder controlar el consumo sin caer en la adicción.
Un escollo importante que se plantea aún hoy en día, y cada vez con más fuerza, es que socialmente existe una aceptación a cierto tipo de consumo. Debemos comenzar por desenmascarar los mitos falsos que en torno a las adicciones. La cruda realidad debe conocerse a través de campañas efectivas que lleguen a todos los rincones (escuelas, hogares, centros recreativos, deportivos etc.) y utilizando todos los medios existentes (prensa, televisión, internet, materiales audiovisuales, libros, revistas, charlas etc.)


Carmen

ADICCIONES



En el desarrollo de la exposición de trabajos en clase, se ha presentado el tema de las Adicciones. Entendida esta no solo como adicción a las drogas (mayoritariamente), sino a otras muchas actividades que desarrollamos en nuestra sociedad, y que por numerosas causas, su uso se convierte en abuso, teniendo consecuencias nefastas en la vida de una persona.
Las adicciones son un síndrome constituido por un conjunto de signos y síntomas característicos. El origen de la misma es multifactorial, entre los que podemos mencionar factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Algunos de los síntomas que se muestran son:
· Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona.
· Pérdida de control caracterizada por la práctica compulsiva de la conducta adictiva.
· Negación o autoengaño que se presenta como una dificultad para percibir la relación entre la conducta adictiva y el deterioro personal.
· Uso a pesar del daño, lo cual se manifiesta como la práctica continuada de la conducta adictiva. Este daño es tanto para la persona como para los familiares.

Pueden desarrollarse adicciones tanto a sustancias psicotrópicas, como a actividades y hasta relaciones. Algunos casos de adicciones que podemos encontrar son:
· Sustancias psicotrópicas, como el alcohol, la nicótica y diferentes tipos de drogas
· Juegos de azar (ludopatía)
· Comidas o componentes comestibles
· Sexo
· Trabajo
· Relaciones interpersonales, por ejemplo una pareja.
De todas ellas la más común es la adicción a sustancias psicotrópicas, aunque va en aumento preocupante la ludopatía. Todas las drogas presentan una doble cara. Primero se nos presenta con una imagen favorable, que desaparece con el tiempo. Esta primera imagen es la que lleva a su consumo o actuación. Mostrar la realidad de las drogas desde el primer momento, salvaría a muchas personas de caer en su consumo de forma adictiva.
La adicción no es una situación a la que se llega rápidamente, sino con el tiempo a través de una serie de etapas, en las cuales la persona adicta, se va enganchando sin percibir realmente que le está pasando. El Dr. Arnold M. Washton en su libro “Querer No es Poder”, establece cinco etapas en el proceso de la adicción:
1. Enamoramiento
Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar una marca grabada. Si este primer contacto ha sido agradable, se produce un enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la sustancia o realizar la actividad. Esta percepción distorsionada de la realidad, emociona, produce euforia o tranquiliza lo que hace aumentar la probabilidad de que haya una nueva toma u ocasión para consumir. El cambio de estado de ánimo, experimentado a nivel visceral en muchos casos es igual al encandilamiento de un enamoramiento humano. En el caso del juego una fuerte ganancia inicial incrementa las probabilidades de adquirir adicción al juego.
2. Luna de miel
Una vez que el individuo ha aprendido, a través de su familia, de la sociedad o por experiencia propia, que ciertas actividades o el consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por arte de magia lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo, el paso a la adicción es muy sencillo. Al haber aprendido que es posible obtener cierto alivio (refuerzo negativo) o placer (refuerzo positivo) a través de las sustancia o actividad adictiva, la persona puede sentirse impulsado a borrar los malos sentimiento o dolorosos con algo positivo, buscando “soluciones mágicas”. Durante esta fase, el futuro adicto experimenta todas las gratificaciones sin ninguna de las consecuencias negativas, siente que ejerce control, que la actividad es inofensiva y que él la merece. Pero de lo que no se da cuenta es que ninguna relación basada en el engaño y la fantasía puede funcionar bien a largo plazo.
3. Traición
Con el paso del tiempo, el adicto es traicionado. Así, además del deterioro sufrido en las principales esferas de su vida, es muy probable que el adicto esté haciendo cosas que normalmente no haría, para mantener su adicción (robar, participar en actividades ilícitas). Los paraísos artificiales que se le prometían en la fase anterior se tornan en oscuros callejones repletos de trampas. La traición es real y el declive comienza.
4. En la ruina
Ahora el adicto debe consumir cada vez más para evitar que los crecientes sentimientos y estados de ánimo negativos profundicen en su conciencia y para tratar de mantener los efectos positivos que cada vez son menores. Está desarrollando tolerancia y tiene que consumir no para obtener placer o alivio sino para evitar el malestar asociado al síndrome de abstinencia. La dependencia física creada químicamente por la acción de la sustancia sobre el sistema nervioso tiene apresado al individuo. Psicológicamente, la estrategia de afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose, con los cual, los problemas lejos de resolverse se acrecientan aun más.
5. Aprisionados
Con el tiempo, el adicto llega a un estado de desesperación en su relación con la sustancia o actividad adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada, preso de su adicción. Esta etapa de la relación adictiva es un descenso a la desesperación y la destrucción personal. El servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral tiende a autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga. El retorno, no obstante existe, aunque se a un proceso también duro y difícil.

Me ha parecido muy significativa e ilustrativa esta forma de plantear cómo se llega a la adicción. La falta de Autoestima, Autoconcepto o de una Educación deficiente pueden llevar a una persona, buscar de forma errónea en estos consumos, el escape hacia una vida idealizada que le gustaría tener pero que no alcanza. La Aceptación es otro concepto que deberíamos tener en cuenta. En la Educación de todo ser humano debería ser una materia esencial, el aprender a aceptar que todo no siempre es perfecto y que los obstáculos y las frustraciones en la vida son un nuevo aprendizaje, que hay que vencer o simplemente rodear y de los que debemos extraer una nueva enseñanza.
Igualmente pienso que es erróneo pensar que controlamos cada uno de nuestros actos, que siempre sabemos lo que hacemos y estamos en posesión de la verdad absoluta. La excesiva confianza y el no establecer con claridad cuales son nuestros límites, marcan el camino de la pérdida de nuestra conciencia real de quiénes somos y hacia donde queremos ir en nuestra vida.
Carmen

domingo, 11 de abril de 2010

Violencia juvenil



Siguiendo con el tema de jóvenes infractores quiero resaltar una serie de opiniones y datos que se están publicando en estos días, por el caso repudiable de la muerte de Cristina Martín. La violencia de los jóvenes va en aumento, no solo entre iguales, sino en sus hogares, hacia sus padres. La legislación, la educación, las familias no encuentran el camino correcto. El sentido de autoridad se está perdiendo. Es curioso la gran cantidad de expertos que analizan estos temas y buscan las causas que lo provocan.
"La violencia juvenil se dispara con 3.100 delitos más en un año"
Así anuncia un titular en un artículo del diario La Razón, del martes 6 de abril de 2010, y cuyos datos no nos puede dejar indiferentes a nadie y sobre todo a los responsables de propiciar a los jóvenes una vida sana, equilibrada y socialmente adecuada.
En él los expertos alertan de un aumento de la violencia entre mujeres por “malinterpretar la igualdad”.
Creo que es interesante mostrar las cifras que en se muestran, ya que es un hecho significativo.
Son más los jóvenes que se ven involucrados en causas judiciales y que aún no han alcanzado los 18 años de edad. Según los datos provisionales del Consejo General de Poder Judicial en el año 2009, 29.462 menores se sentaron en el banquillo de los acusados, de ellos 19.535 por conductas tipificadas como delitos y el resto faltas. El incremento con respecto al año anterior es de 3.100 menores. Los juzgados dictaron casi 23.000 sentencias penales, de las que 15.000 fueron por hechos delictivos. Se dictaron 722 sentencias en las que se decretaba el internamiento en régimen cerrado.
Resulta llamativo el hecho de que la violencia haya crecido especialmente entre las mujeres, sobre todo, la violencia ejercida en el hogar de los hijos contra los padres esto es consecuencia, según el doctor en Psicología Javier Urra de “una mala interpretación de la igualdad, que lleva a un consumo igualitario de alcohol, drogas, tabaco y un mal uso de la palabra, al uso de un lenguaje árido y agresivo”
Javier Urra cree que en cuestión de educación las cosas han cambiado mucho, ya no se educa a los niños para que se pongan en el lugar del otro, y se está construyendo una sociedad “menos sensible y más psicopática y más dura”.
Este experto en menores lamenta que en la sociedad actual “haya una pérdida de la feminidad, entendida como, la sensibilidad el afecto, la compasión, la capacidad de perdón, el uso de la palabra, como puente afectivo”.
La violencia en los jóvenes es un tema muy complejo y pueden influir numerosos factores. Pero todos los expertos coinciden que la educación es la principal baza para atajar el problema. La familia, los padres son los principales responsables de la actitud de los hijos.
En un artículo de El Confidencial Digital, podemos ver un análisis muy interesante sobre la situación.
En dicho artículo el psiquiatra Anthony Daniels pinta un panorama difícil. En Gran Bretaña, país donde la violencia juvenil, con fenómenos paralelos como promiscuidad a ultranza, embarazos no deseados y alcohol masivo, “los adultos tienen cada vez más miedo de los jóvenes (…) y por eso ya dejan de reprender a los que cometen actos antisociales en público, por miedo de que el joven se vuelva violentamente contra el adulto”. Y sin ir a un extremo “las madres, con tanta ansiedad como deferencia, les preguntan a sus niños de cinco años que es lo quieren comer, para evitar que tengan un ataque de ira. El resultado es que adolescentes y jóvenes toman toda denegación de una petición como un acto de lesa majestad”.
“Los adolescentes no están acostumbrados a un `no´ por respuesta”, dice Asela Sánchez Eneas, psicóloga. Esta profesional ha editado el libro Niños y adolescentes difíciles: evaluación, diagnostico, tratamiento y prevención, sostiene que la violencia, un problema cada vez más frecuente entre jóvenes, se debe a una sociedad demasiado permisiva. Los niños en su etapa de aprendizaje deben comprender aspectos como “lo que se debe o no hacer”. Se ha pasado en apenas generación y media, de estilos autoritarios a estilos demasiados permisivos. Los padres llegan a cuestionar y desautorizar incluso a los profesores. Como otro de los factores apunta episodios de maduración descompensada. Niñas menores cuya imagen no corresponde a su edad o compresión de generaciones por la que una chica de 14 años puede salir sin ningún tipo de control con un joven de 20 años. Por último se advierte de la gran influencia de la televisión en los menores. Pueden ver sin ningún tipo de censura programas destinados a ellos, una gran carga de violencia, sexualidad etc.
Me han parecido muy interesantes estas opiniones y como ya hemos visto en clase, la implantación de normas y un control por parte de los padres es fundamental a la hora de educar a los hijos. No todo puede valer, evitar los problemas en vez de enfrentarse a ellos no es la solución. Importantísimo la colaboración con los centros educativos en los que se encuentren los menores. Una buena actitud comunicativa tanto con los hijos como con los profesores es fundamental. El respeto, la libertad, el espacio personal no se debe confundir con la permisividad total. La Administración y la clase política deben cuidar estos aspectos en lo que les concierne a ellos, llegar a un equilibrio, cuidando a los menores que pueden correr algún tipo de riesgo, pero no pueden llegar a un punto extremo de poner en tela de juicio la autoridad de los padres. La Prevención de la delincuencia juvenil, debe ser causa común de Padres, Educadores y Administración.
Carmen

Menores y Edad Penal


En este trabajo mis compañeros, han tocado un tema muy espinoso y polémico: “Menores y Edad Penal”. Existen numerosas opiniones de expertos y del mundo político al respecto y hasta el momento presente, no han conseguido encontrar una solución que se eficaz con el delincuente y que resarza a la víctima. Si bien es cierto que todo el mundo damos nuestra opinión sobre la ley de responsabilidad penal de los menores, refiriéndonos a la sensación de impunidad que nos deja las sentencias de los jueces basándose en ella, creo que la mayoría tenemos un total desconocimiento de su texto. Por ello he puesto en práctica, algo que he aprendido sobre todo en esta asignatura, hablar con conocimiento de causa. Lo mejor para opinar sobre una Ley es leérsela y conocerla, siempre con un espíritu crítico, al menos en lo que nos afecta como Educadores Sociales. En este caso se trata de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores y la Ley Orgánica 8/2006, de 4 de diciembre, por la que se modifica la anterior ley nombrada.
En primer lugar, sirviéndome de las definiciones de mis compañeros, estableceré los conceptos de menor y responsabilidad penal.
Menor de edad es una persona que todavía no ha tenido tiempo de adquirir psíquica y culturalmente las pautas de comportamiento social necesarias para ser considerado plenamente duelo y responsable de sus actos de la misma forma que lo es un mayor de edad y al cual le asiste un derecho prioritario, constitucional e internacionalmente reconocido a la educación integral.
La responsabilidad penal es la consecuencia jurídica de la violación de la ley, realizada por quien siendo imputable o inimputable, lleva a término actos previstos como ilícitos, lesionando o poniendo en peligro un bien material o la integridad física de las personas.
Mientras que la L.O. 5/2000 era de aplicación a menores de 18 años, y en algunos casos aplicable hasta los 21 años, en la L.O. 8/2006 se reduce su aplicación a los menores de 18 años, exclusivamente.
Las medidas que pueden imponer los Jueces de Menores, en la L.O. 8/2006 son:
1. Internamiento en régimen cerrado.
2. Internamiento en régimen semiabierto.
3. Internamiento en régimen abierto
4. Internamiento terapéutico en régimen cerrado
5. Tratamiento ambulatorio
6. Asistencia a un centro de día
7. Permanencia de fin de semana
8 Libertad vigilada
9. La prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras personas que determine el Juez.
10. Convivencia con otra persona, familia o grupo educativo
11. Prestaciones en beneficio de la comunidad
12. Realización de tareas socio-educativas
13. Amonestación
14. Privación del permiso de conducir ciclomotores y vehículos a motor, el derecho de obtenerlo, o de las licencias administrativas para caza o para uso de cualquier tipo de arma
15. Inhabilitación absoluta

Las medidas de internamiento constarán de dos periodos: el primero se llevara a cabo en el centro correspondiente, el segundo se llevara a cabo en régimen de libertad vigilada, en la modalidad elegida por el juez. el equipo técnico deberá informar respecto del contenido de ambos periodos, y el Juez expresará la duración de cada uno en la sentencia.
Dependiendo de la gravedad del delito y de la edad del infractor, las penas tendrán distinta duración.
En el caso de las calificadas como de extrema gravedad, si el menor tuviere catorce o quince años de edad el internamiento en régimen cerrado comprenderá de uno a cinco años, en el caso de tener dieciséis o diecisiete años de edad, la medida comprenderá un internamiento en régimen cerrado de uno a ocho años, estas medidas complementada por otra de libertad vigilada con asistencia educativa.
En esta ley no se contempla exigir responsabilidad penal a los menores de 14 años.
En cuanto a la realización de tareas socio-educativas contempladas en la L.O. 5/2000 en su exposición de motivos, nos dice que consiste en que el menor lleve a cabo actividades especificas de contenido educativo que faciliten su reinserción social. Puede ser una medida de carácter autónomo o formar parte de otra más compleja (…). Puede suponer la asistencia y participación del menor a un programa a existente en la comunidad, o bien creado “ad hoc” por los profesionales encargados de ejecutar la medida. Como ejemplos de tareas socio-educativas, se pueden mencionar las siguientes: asistir a un taller ocupacional, a un aula de educación compensatoria o a un curso de preparación para el empleo; participar en actividades estructuradas de animación sociocultural, asistir a talleres de aprendizaje para la competencia social etc.
Es llamativo como en la primera de estas leyes no podía personificarse como parte en la causa, la víctima o sus familiares, así como estar informados en todo momento del proceso. Así como no se contemplaba la prohibición de acercarse a la víctima. Esto fue cambiado en la modificación posterior.
Igualmente llama mucho la atención que en todo momento se tiene muy en cuenta los derechos y la protección del menor infractor, desde la exposición de motivos hasta artículo se deja este punto muy claro. Sólo en la L.O. 8/2006, comienzan a dar algunas pinceladas, de atención y reconocimiento de los derechos de la víctima, perjudicados y sus familiares. Ya en esta Ley se reconoce las deficiencias de la L.O.5/2000, el aumento de delitos producidos por los jóvenes y la necesidad de una reforma de dicha Ley.
Una Norma para ser aplicada en toda su extensión, precisa de grandes inversiones que permitan desarrollarla. En este caso los recursos necesarios para llevar a cabo los proyectos educativos, por parte de educadores y demás profesionales que se deben ocupar de estos jóvenes son numerosos, la cuestión está en si realmente se están proporcionando.
En estos últimos días por desgraciados hechos, se vuelve a debatir sobre la necesidad de modificar de nuevo esta Ley. Haciendo una pequeña reflexión una vez leídas estas leyes y viendo los sucesos que se están produciendo, surgen numerosas dudas, como por ejemplo estas:
¿Realmente se tiene un seguimiento desde la Justicia, de los menores infractores y se consideran reinsertados en la sociedad cuando se les pone de nuevo en la calle?
¿Qué ocurre con ellos cuando los ponen en libertad y regresan al mismo ambiente del que venían?
¿Realmente no hay quien haga una Norma en condiciones, sin miedos, sin falsas “políticas correctas”, buscando hacer justicia a la víctima, buscando una reinserción social real del infractor y teniendo muy en cuenta la realidad social que vivimos?

Carmen