domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria
"Los líderes del G8 fueron los grandes ausentes de la cita de la FAO. Solo el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anfitrión del encuentro, acudió a la inauguraciónRoma. La Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria concluyó ayer en Roma (Italia) con la sensación de que se desperdició una nueva ocasión para concretar las acciones, sobre todo económicas, para resolver el problema del hambre en el mundo que afecta ya a más de 1 000 millones de personas.Ese pesar fue el que el propio director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el senegalés Jacques Diouf, expresó en su discurso de cierre ante el plenario de la cumbre, haciendo evidente que el mal sabor de boca no solo se lo llevan las ONG que acudieron a la cita en busca de respuestas.La declaración conjunta aprobada el lunes pasado hacía pensar que, esta vez, se adoptarían medidas urgentes, "pero lo lamento, tengo que reconocer que no contiene ni objetivos cuantificables ni fechas concretas que hubieran permitido conseguir mejor su realización", confesó Diouf.El funcionario explicó que los gobiernos del mundo son los únicos responsables de implementar políticas para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola para sus pueblos. Añadió que la FAO únicamente ofrece un foro para discutir sobre los problemas del hambre, y que si no hay la voluntad política de los líderes mundiales cualquier cumbre, incluyendo la de diciembre próximo en Copenhague sobre cambio climático, terminará sin grandes resultados.Sea como fuere, la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria concluyó con la reiteración del compromiso en la reducción a la mitad del número de personas que pasan hambre para 2015, pero con una evidente disconformidad de las ONG y de diversos movimientos sociales que ven cómo en la declaración final no figuran nuevas ayudas económicas para luchar contra la falta de comidaEste dinero debería llegar para ayudar a los más de mil millones de personas que pasan hambre en un planeta que para 2050 se estima habrá superado los 9 000 millones de habitantes, lo que incrementará la demanda de alimentos a escala mundial.Sin embargo, Diouf considera que, a pesar de la elevada y alarmante cifra de hambrientos, actualmente se disponen de dos elementos favorables: primero que existe una mayor conciencia internacional tras la crisis alimentaria de 2007 y 2008, y segundo, que 31 países han reducido el número de hambrientos desde los años 90" (EFE)
Esta semana me han llegado estas dos noticias, aunque en escenarios distintos existe una realidad, los necesitados, en el caso de países del tercer mundo, la gente muere de hambre, curiosamente los líderes políticos no llegan a un acuerdo, y en el caso del “primer mundo” , cada vez más estamos asistiendo a situaciones de pobreza extrema. No puedo evitar indignarme al ver en la televisión por estas fechas programas dedicados a anunciarnos rastrillos de señoras de alta alcurnia que ceden todo lo que les sobra (vestidos, abalorios de la temporada pasada) en un acto de solidario, que bueno, tal vez es la forma en la que ellas entienden pueden atajar el problema, o campañas para conseguir juguetes para niños que lo que necesitan es comer. Pienso que estamos perdiendo muchas oportunidades para realmente concienciarnos de que la solución es otra. Debemos exigir a nuestros gobiernos que tomen carta en el asunto de una forma seria. El problema es ¿Quién abandera esta lucha?¿Quién le pone el cascabel al gato?

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